La miopía es uno de los temas más debatidos del siglo XXI. Se calcula que alrededor del 30% de la población del continente europeo padece esta enfermedad. También es un problema muy grave cuando se trata de personas de países asiáticos, donde sólo el 20% de la población total no padece esta deficiencia visual. También cabe mencionar que las miopías baja y moderada son las más comunes, mientras que la miopía alta representa un porcentaje muy pequeño de los casos diagnosticados.
Índice
¿Qué es la miopía?
La miopía es una deficiencia visual que se manifiesta con mayor frecuencia en una visión borrosa de los objetos más lejanos. Como resultado, una persona miope puede ver muy bien de cerca, pero es incapaz de ver objetos más lejanos sin unas gafas correctamente corregidas.
Sin embargo, cuando se trata de la estructura del ojo y su funcionamiento, el problema radica en la estructura del ojo. Esta anomalía hace que los rayos de luz se enfoquen delante de la retina y no sobre ella como en un ojo que funciona bien. Por lo tanto, los receptores no pueden recibir todos los estímulos de forma correcta.
Las causas más comunes de la miopía
Tanto los factores ambientales como los genéticos influyen en la aparición y el desarrollo de esta afección. Algunas personas son más propensas a sufrir problemas de visión debido a enfermedades. Principalmente, es la propia forma del globo ocular la que viene determinada por los genes. Las condiciones ambientales y la exposición a la luz también son causas de miopía. Mirar fijamente la pantalla del ordenador durante mucho tiempo o leer con poca luz pueden hacer que el globo ocular cambie de forma. Con el tiempo, la visión se deteriora y aparece la miopía. La escasez de luz en el trabajo y en la vida cotidiana también puede ser un aspecto importante. Esto hace que el ojo se adapte a las condiciones, lo que a la larga daña las células del ojo e impide que funcione con normalidad en diferentes condiciones de luz.
Los tratamientos más eficaces
Unavez respondida la pregunta de qué es la miopía y cómo se manifiesta, veamos su tratamiento. Independientemente de lo avanzada que esté la miopía, el único método de tratamiento eficaz es el uso de gafas o lentes correctoras. Dependiendo de la gravedad de la deficiencia, el especialista selecciona las lentes adecuadas que dirigen con precisión los rayos de luz a la retina y restablecen el funcionamiento normal del ojo. Para las personas con una deficiencia especialmente grave, resulta más práctico utilizar lentes que no causen molestias al llevarlas durante el día y sean invisibles.
Mucha gente se pregunta si la miopía se puede curar La respuesta a esta pregunta es: ¡Sí! Pero sólo en determinadas condiciones. Y es que si el problema de visión se detecta muy pronto, se puede utilizar el método láser para corregirlo. Con este procedimiento, la miopía puede reducirse con relativa seguridad o incluso curarse por completo, pero es muy importante que la enfermedad se encuentre en una fase temprana. Sólo entonces el láser puede corregir la posición de la luz y su recepción por los receptores.
Más vale prevenir que curar
Las deficiencias visuales son muy frecuentes en la sociedad actual. El trabajo con ordenador, la falta de luz natural o la sequedad excesiva de los ojos son sólo algunas de las razones por las que nuestros ojos sufren. Por eso es tan importante cuidarlos y acudir a revisiones oftalmológicas periódicas. Así notamos antes los cambios preocupantes y podemos tratarlos eficazmente o evitar que empeoren. Es muy importante consultar a un especialista tanto para el examen como para la elección de las gafas, ya que así garantizamos nuestra seguridad y un tratamiento eficaz. Tampoco es aconsejable escatimar en medicamentos ni utilizar sustitutos durante el tratamiento, ya que esto supone un gran riesgo para la salud. Si cuidamos nuestra vista, podemos estar seguros de que nos servirá durante muchos años y de que estaremos satisfechos con ella.
Este texto es meramente informativo. Recuerde que, ante cualquier duda, debe acudir a un especialista.
Carmen López
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