¿Cómo se conserva el ajo?

¿Cómo se conserva el ajo?

El ajo es un ingrediente de muchos platos de la cocina polaca e internacional. Se valora no sólo por su sabor y aroma únicos, sino también por sus propiedades saludables, incluidos sus efectos antibacterianos y antivirales. Por eso merece la pena tener a mano unos dientes de ajo, sobre todo en otoño e invierno, que pueden combatir eficazmente las infecciones y enriquecer el sabor de los platos. Para conservar el ajo fresco, sano y sabroso, es importante saber cómo y dónde almacenarlo.

¿Cómo conservar el ajo crudo?

El ajo bien almacenado conserva sus propiedades durante muchos meses. Una buena regla general es conservar el ajo entero, es decir, en forma de bulbos intactos. Lo mejor es poner los bulbos de ajo en una red, cesta o bolsa de papel perforada y colocarlos en una estantería en un lugar seco y sombreado para que el ajo no brote antes de tiempo. El ajo debe conservarse a temperatura ambiente, preferiblemente entre 15 y 18 grados. El lugar ideal para guardarlo es en la despensa o en un estante de la cocina. Mucha gente se pregunta cómo conservar el ajo pelado, sobre todo las sobras que no se utilizan.

¿Dónde guardar los ajos?

Si no tiene tiempo de conservar el ajo de otra forma, puede guardar el ajo sobrante en un recipiente hermético en elfrigorífico. Tenga en cuenta que guardar el ajo en el frigorífico o en el congelador puede afectar a su sabor

¿Cómo se guarda el ajo en un tarro?

Una buena forma de conservar el ajo en invierno es marinarlo y colocarlo en un tarro de cristal. Para el adobo debe utilizarse vinagre, al que se añadirán especias como sal, azúcar, mostaza o estragón. Los ajos así preparados se conservan durante meses y son un excelente acompañamiento para platos de carne. Otro método probado para conservar el ajo en un tarro consiste en encurtir dientes de ajo brevemente cocidos (2 minutos) en aceite o aceite de oliva junto con hierbas. El tarro debe conservarse boca abajo en un lugar fresco y oscuro. Al cabo de un mes aproximadamente, el ajo estará listo y podrá utilizarse como sabrosa guarnición.

También se puede guardar el ajo rallado con sal en un tarro. Este tarro debe guardarse en el frigorífico. Una forma poco conocida pero excelente de conservar el ajo en invierno es encurtirlo en salmuera. El ajo así preparado tiene un sabor más suave que el ajo crudo. También se puede conservar el ajo en frascos en forma de pasta. Simplemente se asan los bulbos enteros en el horno y luego se mezclan con aceite de oliva y especias.

¿Cómo se conserva el ajo en un tarro?

Buenas formas de conservar el ajo durante mucho tiempo:

  • encurtir,
  • encurtir,
  • conservación con sal,
  • almacenamiento en aceite o
  • almacenamiento en pasta.

¿Cómo conservar el ajo silvestre?

El ajo silvestre tiene propiedades medicinales similares a las del ajo común. Sin embargo, al tratarse de una hoja, se aplican normas diferentes para su conservación. La mejor forma de conservar el sabor y las propiedades saludables durante varios días es guardar el ajo silvestre en el frigorífico o congelarlo. Las hojas de ajo silvestre pueden recogerse junto con los tallos, que se sumergen en un vaso de agua y se colocan en el frigorífico. Una buena forma de conservar las propiedades del ajo silvestre durante mucho tiempo es hacer pesto. Basta con hacer un puré con las hojas de ajo y añadir sal, limón, aceite de oliva y nueces molidas. Vierta el pesto en un tarro y guárdelo en el frigorífico. Es un excelente acompañamiento para sándwiches o platos de pasta.

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Carmen López

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