- por Carmen López
El Día de San Valentín tiene partidarios y detractores. Una cosa es cierta: la costumbre de celebrar esta fiesta se ha establecido en nuestro país para siempre. San Valentín ha calado fácilmente en los corazones de adolescentes y jóvenes. Sin embargo, año tras año, San Valentín es celebrado cada vez más por personas de todas las edades. Las tiendas se superan a sí mismas con ideas para regalar, así que es poco probable que esto suponga un problema. Otra cuestión importante sigue siendo: ¿qué ponerse para una cita en San Valentín?
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Estilismo para San Valentín: ¿qué colores elegir?
Elegir un color para el vestuario de San Valentín parece una cuestión fácil. La fiesta de los enamorados se asocia inmediatamente al rojo, y con razón. Sin embargo, conviene plantearse si este rojo es demasiado… Al fin y al cabo, el día está lleno de corazones rojos, rosas, mascotas, etc. Un vestido para San Valentín puede ser rojo, pero es buena idea romper el color con negro, marrón o azul marino, entre otros. Una chaqueta de estos colores también puede cumplir muchas funciones. Puede, por ejemplo, acentuar un vestido, suavizar su corte extravagante o añadir picardía, según el corte.
La chaqueta también puede sustituirse por una sensual capa o la siempre de moda chaqueta ramoneska de ante o piel ecológica. Un vestido rojo para San Valentín combina a la perfección con el verde oscuro del ante o el negro de una colcha. Por supuesto, mucho depende de la naturaleza y el lugar de tu cita y, sobre todo, de tus preferencias personales. Siempre es importante encontrar el punto medio entre lo que está de moda y es tendencia y lo que es cómodo, práctico y probado. El estilismo para San Valentín es un gran margen de maniobra y una oportunidad para saltarse algunas reglas.
¿Cómo vestirse para San Valentín?
Cómo vestirse para San Valentín puede ser todo un dilema para muchas mujeres, independientemente de su edad y sus preferencias de moda. Es bien sabido que en este día conviene vestirse de forma diferente, con más estilo, de manera única. El vestido es una elección popular, pero es importante recordar que un vestido no es sólo cuestión de color, sino también, o incluso principalmente, de corte y material. Tanto si te reúnes con la persona amada en casa como fuera de ella, un vestido para San Valentín debe ser especial. Es muy importante que te siente bien, que resalte tus activos, que disimule tus imperfecciones… en una palabra, que apueste por la feminidad. Sin duda, hay que tener en cuenta el corte favorito y probado de la ropa. El conjunto para San Valentín debe ser entallado, cómodo, pero también a la moda y original.
Para una cita en un restaurante, es aconsejable llevar un conjunto elegante y romántico, como un vestido de seda con escote o una falda sexy con un “top” romántico. Para el pub, puedes elegir con confianza unos vaqueros combinados con una chaqueta de estampado original o un cárdigan largo. Aunque febrero no es una buena época para las citas al aire libre, también debes tener en cuenta esta posibilidad y vestirte adecuadamente según el tiempo que haga. Un maxi vestido para San Valentín irá bien con una chaqueta larga acolchada o un abrigo de felpa. Completa el look con botas altas o tacones de aguja.
¿Qué más se puede llevar en San Valentín?
San Valentín es un día muy especial para muchas personas. Si te apetece salir con alguien especial, es buena idea preparar el vestuario con antelación. El estilismo para San Valentín no debe planificarse en el último momento. Por supuesto, se puede tirar todo del armario dos horas antes de la cita y repasar nerviosamente el contenido, pero… ¿No sería mejor dedicar ese tiempo, por ejemplo, al maquillaje y al peinado?
Pues sí. Al fin y al cabo, vestirse para San Valentín es una de las etapas más importantes de la preparación Entonces, ¿por qué decidirse? Muchas mujeres eligen un vestido, pero no es la norma. Lo más importante es que el look resalte tu personalidad, pero que tampoco sea demasiado obvio. El día de la boda, puedes salir de lo común y convertirte en otra persona por un momento… sin dejar de ser tú misma. ¿Imposible? Absolutamente posible Si, por ejemplo, tu atuendo diario consiste en pantalones y chaqueta, el día de San Valentín ponte un vestido o una falda, y viceversa.
¿Cómo vestirse para San Valentín si renuncias a vestidos y faldas? La tendencia son los pantalones de punto, que tienen la cualidad de ser a la vez elegantes y cómodos. Muchas mujeres optan por esta solución y eligen su corte preferido combinado con una camisa o una camiseta de colores discretos. Los pantalones de campana vuelven a estar de moda, y muy bien, porque son muy femeninos y originales. Un conjunto para San Valentín también puede consistir en unos vaqueros ajustados y una blusa sexy con los hombros al descubierto.
¿Qué accesorios para un look de San Valentín?
Los accesorios de vestuario suelen tomarse con pinzas, pero son igual de importantes. Elegidos con habilidad, no sólo resaltarán todo el look, sino también tu personalidad y añadirán carácter. ¿Qué conjunto para San Valentín necesita los accesorios adecuados? La respuesta es: cualquiera. A veces basta con joyas delicadas y otras con acentos fuertes. Para un vestido clásico mini, rojo o negro, el oro envejecido sería el accesorio perfecto. Un vestido boho irá bien con un bolso de punto con flecos, así como con una pulsera o un collar con una piedra envejecida.
Cuando pienses en qué ponerte para San Valentín, también es bueno tener una idea de los accesorios del conjunto desde el principio. Una camisa con un pantalón de tubo o de campana quedará de maravilla con un cinturón grueso o un cinturón de cadena. Un conjunto para San Valentín debe completarse con un bolso pequeño y adecuado. A las mujeres les encanta tener espacio de sobra para las baratijas más o menos necesarias, pero en este caso conviene reducirlo al mínimo. Un bolso de mano plano combinará con casi cualquier conjunto, al igual que un elegante bolso de mano. Estos bolsos combinan a la perfección con vestidos, faldas y pantalones de diferentes cortes.
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Zapatos para San Valentín: ¿cuáles elegir?
Vestirse para San Valentín también implica el calzado, que no es menos importante que el resto del vestuario. Aquí merece la pena, sobre todo, apostar por la comodidad y la practicidad. ¡Los zapatos apretados pueden estropear hasta la cita más romántica! Elige un par de botas hasta la rodilla con tacón de aguja, o tacones de aguja, sobre todo si tu cita es en un restaurante elegante. Sin embargo, es importante llevar unos que estén a la moda y sean únicos, y que no se conviertan en un problema para la cita.
Carmen López
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