Muchas personas se preguntan cómo lavar sus toallas de forma eficaz. Podría parecer que lavar las toallas no es gran cosa, pero a menudo desprenden un olor desagradable o resultan ásperas al tacto. Sin embargo, hay varias formas de remediarlo.
Índice
¿Cómo lavar las toallas en la lavadora después de comprarlas?
Las toallas nuevas deben lavarse antes del primer uso. El primer lavado es extremadamente importante, ya que elimina el exceso de tintes y productos químicos con los que se recubren las toallas durante la producción. Además, las toallas lavadas son mucho más absorbentes. Una toalla nueva sin lavar no absorbe la humedad de la piel. Un tratamiento interesante es dejar las toallas en remojo durante al menos 24 horas antes de lavarlas por primera vez. Esto disolverá los productos químicos con los que están empapadas las toallas. Se puede añadir un poco de vinagre al agua en la que se han empapado las toallas, lo que tendrá un efecto positivo en la duración de los colores. Las toallas nuevas se lavan mejor a 60°C.
¿Cómo lavar las toallas para que no huelan?
El mal olor de las toallas suele deberse a las bacterias. Las toallas son el caldo de cultivo perfecto para las bacterias cuando están húmedas en la lavadora, la secadora o el cesto de la ropa sucia. Las toallas nunca deben tirarse al cesto inmediatamente después del baño, porque no tienen la oportunidad de secarse bien en el cesto de la ropa sucia y las bacterias se multiplican en ellas.
Las toallas de baño, por ser las más gruesas y absorber más humedad, deben tratarse con sumo cuidado. Aunque una toalla húmeda permite que las bacterias crezcan rápidamente, ésta no es la única causa de los malos olores de las toallas. Otra causa es el aclarado impreciso del detergente en polvo o líquido, que atrae la suciedad y las bacterias. También hay que tener cuidado con los restos de suavizante, ya que forman una capa en las toallas que también permite la proliferación de bacterias.
¿A qué temperatura deben lavarse las toallas?
La temperatura de lavado óptima para las toallas es de 60 °C. Esta temperatura mata la mayoría de bacterias y virus sin destruir la toalla. Algunas personas eligen lavar sus toallas a 90°C, pero las toallas lavadas a esta temperatura se desgastan rápidamente, pierden su suavidad y dejan de ser agradables al tacto. Sin embargo, esta temperatura puede utilizarse para las toallas que están muy estropeadas, ya que es la que mejor mata las bacterias y los virus. Si las toallas no están muy sucias, se pueden lavar a 40 grados. Sin embargo, para eliminar el crecimiento bacteriano, se recomienda lavar las toallas a 60 grados. No lave las toallas a temperaturas inferiores a 40 grados.
¿Cómo lavar las toallas para mantenerlas suaves?
A menudo nos preguntamos qué hacer para que las toallas queden suaves. Sin embargo, resulta que no es nada difícil. Basta con elegir los detergentes y suavizantes adecuados.
Elegir los detergentes
Lo mejor es utilizar detergente líquido para lavar las toallas. Los detergentes en polvo suelen aclarar mal las toallas y dejan residuos en ellas. También es importante tener en cuenta que el exceso de detergentes no es bueno para las toallas. Los detergentes son más difíciles de aclarar si se usan en exceso. Esto, a su vez, afecta negativamente a la esponjosidad y suavidad de las toallas. Los detergentes mal aclarados también pueden contribuir al olor desagradable de las toallas.
Suavizantes
Se puede utilizar una cantidad mínima de suavizante para lavar las toallas, pero es mejor evitarlo. Los residuos del líquido de aclarado pueden acumularse en las fibras de la toalla, lo que puede traducirse en una menor capacidad de absorción y pérdida de suavidad. en lugar de líquido de aclarado, puede utilizarse un poco de vinagre. El vinagre eliminará fácilmente los restos de detergente. Esto mantendrá las toallas suaves y esponjosas. No tema que el intenso olor a vinagre permanezca en las toallas al sacarlas de la lavadora. El desagradable olor a vinagre desaparecerá rápidamente.
¿Con qué frecuencia hay que lavar las toallas?
Las toallas absorben muy bien la humedad y son un buen entorno para que crezcan las bacterias. Por esta razón, es mejor lavar las toallas cada 2-3 días, pero no menos de una vez a la semana. También es importante asegurarse de que la toalla tiene las condiciones adecuadas para secarse. Una toalla que permanece húmeda durante mucho tiempo tiene más probabilidades de desarrollar bacterias.
Ver más: Casa
